La República
Dominicana ocupa el quinto lugar en embarazos de niñas y adolescentes
entre los países de América Latina y el Caribe. Según la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR
2009) un 22% de las adolescentes entre 15 y 19 años en el país ha estado
embarazada. Las tasas más altas se observan en las provincias de Azua (36.9%) y
Pedernales (35.1%).
El país cuenta con el marco legislativo y político
adecuado para prevenir el embarazo en adolescentes, sin embargo, la falta de
programas de educación y servicios de salud sexual y reproductiva son un
obstáculo para reducir la alta tasa que se presenta a nivel nacional.
El embarazo a temprana edad afecta la salud de las adolescentes pues
aumenta los riesgos de complicaciones en el embarazo y en el parto que puede
conducir a la muerte. Según ENHOGAR 2009-2010, los riesgos de muerte por
eclampsia, obstrucción en el parto, hemorragia o infección entre las
adolescentes son hasta tres veces mayores que en las mujeres con edades entre
18 y 34 años. También pueden tener efectos importantes sobre el estado de salud
y sobrevivencia de sus hijos, tales como el bajo peso al nacer, la prematuridad,
malformaciones o problemas en el desarrollo debido a aspectos de madurez
fisiológica y emocional de las madres.
Existe un fuerte vínculo entre la pobreza y el embarazo a
temprana edad pues este es más frecuente entre adolescentes pobres y con menor
educación. Según la ENHOGAR 2009-2010 el 33.2% de las adolescentes y mujeres
jóvenes de las familias del quintil más pobre se habían embarazado antes de
cumplir los 20 años, en comparación con el 11.6% en el quintil más rico. Del
mismo modo, 42.7% de las adolescentes que se había embarazado no tenían
instrucción o sólo había alcanzado algún grado del nivel básico.

¡Es posible evitar los embarazos a temprana edad y lograrlo
es responsabilidad de todos y todas!
A pesar de que las
estadísticas muestran datos tan negativos y desesperanzadores, es posible
evitar los embarazos a temprana edad, pero se necesita el compromiso de
todos.
Las y los adolescentes tienen derecho a ser informados sobre los
cambios que suceden en su cuerpo, sobre la sexualidad y las relaciones
sexuales, sobre las formas de prevención del embarazo, del VIH y de las
infecciones de transmisión sexual, desde una perspectiva de derechos y de
género.
Con información, servicios
apropiados y otras medidas de prevención del embarazo podemos lograr una mayor
asertividad y toma de decisiones correctas, lo que se traduce en oportunidades
de vida y en la posibilidad de romper el círculo de pobreza.
De igual forma se hace necesario el reconocimiento de los y las
adolescentes en sus diversidades y como sujetos de derechos, así como
establecer mecanismos para su participación en la toma de decisiones.
UNICEF en la prevención del embarazo en adolescentes
En el marco del
actual Programa de Cooperación, UNICEF apoya la
actualización del Programa de Educación Afectivo Sexual (PEAS),
para ser implementado en todos los niveles del sistema de educación formal
dominicano. Este programa, que surge de esa necesidad de ofrecer información de
calidad a niños, niñas y adolescentes sobre su salud sexual y reproductiva, así
como de la construcción de sus proyectos de vida, significa una gran
herramienta que permitirá el desarrollo saludable de esta población.
UNICEF también apoya intervenciones, en el marco del Plan Nacional
de Prevención de Embarazo en Adolescentes, reforzando las Unidades de Salud
Integral de Adolescentes, en articulación al sistema educativo, con las
organizaciones comunitarias y los mismos adolescentes y jóvenes.

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